Todo lo que deben saber los Reyes Magos sobre los juguetes conectados
Autor: Rubén Lirio
La digitalización, una realidad indiscutible en nuestro día a día, también ha llegado a la industria de la juguetería, impactando de lleno a un público mucho más vulnerable: los niños. Esta nueva categoría de juguete, denominada como “juguete conectado”, integra funciones de conectividad, bien para interactuar con otros dispositivos, como pueden ser las tablets o los móviles, o bien para compartir datos a través de internet.
Este tipo de funcionalidades convierten a los juguetes en un blanco fácil para los ciberdelincuentes. El
Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE)
ha llevado a cabo un estudio donde se han analizado 26 juguetes conectados, de los cuales entorno al 40% tenían vulnerabilidades que podrían impactar en la seguridad y privacidad de los menores.
Aunque el objetivo principal de los "smart toys” es ofrecer un entretenimiento interactivo, promoviendo el aprendizaje o el desarrollo de habilidades cognitivas, identificar y conocer los riesgos que presentan este tipo de dispositivos debe ser una prioridad para proteger la seguridad e integridad de los niños en todo momento.
Tipos de juguetes conectados y funcionalidades integradas
Los smart toys se clasifican según las funcionalidades de conectividad que presentan, quedando agrupados en las siguientes categorías:
• Grabación o transmisión de imágenes en tiempo real: dispositivos como los drones y otros juguetes teledirigidos con cámara que reflejan las imágenes captadas en otro aparato.
• Grabación, reproducción o reconocimiento de voz: algunos robots integran esta funcionalidad para que los niños puedan interactuar con el juguete. Por ejemplo, encontramos en el mercado robots con la capacidad de seguir órdenes o que permiten la comunicación entre usuarios a través de la voz del menor.
• Vinculación con aplicaciones en móviles, tablets u ordenadores: la implementación de la conectividad en juguetes puede ampliar su funcionalidad, permitir el modo multijugador, compartir imágenes del juego, etc.
• Acceso a internet: móviles, relojes y tablets infantiles que se conectan a internet.
Todas estas funcionalidades son utilizadas por los niños mientras juegan, exponiéndoles a riesgos como la grabación de voz o el almacenamiento de imágenes a través de las cámaras integradas, impactando directamente en su privacidad.
¿Qué aspectos se deben reforzar para incrementar la seguridad en los smart toys?
Los riesgos más comunes que se han encontrado en los 26 juguetes conectados analizados en el estudio de INCIBE son:
• Ausencia de herramientas de control parental: apenas el 40% de los juguetes conectados analizados en este estudio hacen uso del control parental. Resulta sorprendente que la mayoría de los dispositivos pasan por alto los mecanismos para proteger a los menores de contenido inapropiado o del uso indebido del mismo. Sin duda, los fabricantes tienen un amplio margen de mejora para reforzar la seguridad de los juguetes.
• Seguridad en redes y comunicaciones: el 46,2% de las pruebas realizadas revelan la necesidad de reforzar los niveles de seguridad en la recopilación de datos sensibles.
• Actualizaciones de sistemas: la urgencia de fortalecer los mecanismos de actualización de firmware es más que evidente. El 58,2% de las pruebas realizadas aportan resultados desfavorables en cuanto a seguridad en las actualizaciones de sistemas.
Estos datos reflejan algunas de las vulnerabilidades más claras que se encuentran presentes en juguetes conectados. El juguete debe ser, ante todo, un elemento de entretenimiento complementado con funcionalidades educativas, pero siempre preservando la seguridad del menor. Evaluar detenidamente sus características y meditar la compra debe ser el primer paso para priorizar el bienestar y la seguridad de los menores.
¿Cómo configurar un juguete de manera segura?
Para garantizar la seguridad de los juguetes conectados es clave que el producto especifique de forma clara el tratamiento de datos del menor. Es importante que se comunique directamente al adulto responsable qué datos se recopilan, cómo se utilizan y qué opciones existen para desactivar ciertas funcionalidades del dispositivo con el fin de proteger la privacidad del niño.
Algunas recomendaciones a la hora de configurar un juguete son:
- Cambiar las contraseñas y códigos por defecto para la conexión con otros dispositivos.
- Mantener las actualizaciones de la aplicación al día para ir corrigiendo los fallos de seguridad que pudiera tener.
- Siempre que sea posible, apagar el juguete cuando no se esté utilizando para evitar que siga recogiendo datos.
El avance de la tecnología y su incorporación en nuestras vidas es una realidad incuestionable. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de ofrecer una mayor seguridad en los dispositivos, especialmente en aquellos destinados al uso infantil, para garantizar la seguridad del público más vulnerable y mantener su privacidad e integridad.
Afortunadamente, directivas como
RED-DA
para dispositivos conectados y en el futuro la CRA ayudan a los fabricantes y protegen a los usuarios de posibles ciberataques mediante su cumplimiento.